¿Recubrimientos PVD o CVD?

Más posibilidades para el futuro

Los recubrimientos CVD se emplean industrialmente en el sector de las herramientas desde los años 60 del pasado siglo. Las evoluciones han sido pocas hasta los años 90, en los que los tipos de recubrimientos ofertados se han estancado produciéndose muy pocos desarrollos a partir de entonces. Actualmente pocos centros de recubrimiento ofertan productos más evolucionados que el TiN y el TiC.

Los recubrimientos PVD hicieron su aparición en los años 80 del pasado siglo y su evolución ha sido tremendamente rápida produciéndose una enorme variedad de composiciones para dar soluciones específicas a las diferentes necesidades de la industria. Un centro de recubrimiento PVD con tecnología Platit es capaz de ofrecer con un solo equipo PVD más de 15 distintos tipos de recubrimiento sin tener que realizar cambios de configuración en el equipo.

Por otro lado, el desarrollo de nuevos recubrimientos PVD está a la orden del día, pudiendo ofertar soluciones personalizadas a distintos clientes de un modo que sería impensable por medio de los recubrimientos CVD. En Metal Estalki se dispone de equipos de recubrimiento PVD de pequeño tamaño capaces de ofertar soluciones específicas a pequeños fabricantes de herramientas.

Propiedades ampliadas

Los rangos de dureza de los recubrimientos PVD pueden llegar hasta los 45 GPa (4500 Vickers aproximadamente) con una dureza en caliente muy superior a los recubrimientos CVD, gracias a las estructuras nanométricas que se aplican a los recubrimientos PVD de tecnología PLATIT más novedosos. En recubrimientos CVD apenas se llega a los 40 Gpa.

Nivel de adhesión excelente sobre metal duro para los recubrimientos PVD. Compatibilidad absoluta sobre todos los grados de metales duros. Aunque la primera capa de los recubrimientos PVD es de mayor adhesión por ser esta térmica, en CVD existe la problemática de producirse reacciones adversas con los metales duros en algunos grados creando unos compuestos frágiles.

Posibilidad de decapar tanto metales duros como aceros recubiertos y restaurar la superficie de las herramientas a sus condiciones previas al recubrimiento sin aumento significativo de rugosidad. Algo imposible en los procesos de CVD debido a la existencia de una zona de difusión. Esto permite no solo la recuperación de herramientas usadas para usos adicionales sino también una garantía de calidad del producto debido a que procesos de recubrimiento no conformes se pueden reciclar de un modo sencillo y producir un recubrimiento con la calidad requerida.

Los recubrimientos PVD ofrecen la posibilidad de producir recubrimientos mixtos con una capa dura y otra anti adhesiva sobre ella, para materiales de trabajo que tienden a adherirse, estructuras que no son posibles de producir por CVD.

Proceso

En los recubrimientos PVD el proceso se realiza a temperaturas inferiores a 500 ºC, siendo totalmente respetuoso con la gran mayoría de los aceros de herramienta como con todos los grados de metales duros. Sin embargo, las altas temperaturas de proceso del CVD (1000 ºC) provocan redondeamientos de filo en metal duro y deformaciones en el acero que hacen necesarios tratamientos térmicos posteriores.

Los recubrimientos PVD otorgan la capacidad de seleccionar las superficies a recubrir por medio de enmascaramientos de un modo muy sencillo y económico. Al basarse en una técnica de deposición física, todas las superficies expuestas son recubiertas mientras que las no expuestas no se recubren. Dicha selección de superficies no es posible realizar en los recubrimientos CVD al basarse en procesos de reacción de gases.

Calidad para los clientes más exigentes

Espesor más controlado y reproducible. Seleccionable, en función del recubrimiento, desde 0.5 micras hasta 14 micras. En CVD se pueden formar grandes espesores de una manera menos controlada.

Respeto de las tolerancias de las herramientas de los clientes. Un espesor controlado permite una producción de herramientas de mayor precisión, algo cada vez más requerido en la industria.

En punzones de corte existe la posibilidad de recubrir filos con radios de filo inferiores a 5 micras, posibilitando la conservación de un radio de filo extremadamente cortante, lo cual no es posible por medio de CVD debido a los extremos redondeamientos que producen estas capas.

La conformidad de los recubrimientos PVD de PLATIT se certifican en base a las normas DIN 1071-2, VDI 3198. El sistema de gestión de calidad de Metal Estalki cumple asimismo la norma ISO 9001 desde hace más de seis años.

Excelente calidad superficial del recubrimiento. Rugosidad Ra tras recubrimiento de 0.04 micras a máximo de 0.15 micras, con posibilidad de reducirse tras un rápido pulido superficial. Los recubrimientos CVD habituales se caracterizan de una rugosidad mucho más elevada que requiere en todos los casos un costoso proceso de pulido.

Servicio ágil

Plazo de recubrimiento más corto que los habituales con los recubrimientos CVD, preparación más rápida y ciclos de recubrimiento más cortos.

Respetuosos con el medio ambiente

El proceso de recubrimiento PVD es totalmente respetuoso con el medioambiente y seguro por emplearse compuestos y gases seguros para las personas y otros seres vivos. Por el contrario, en los procesos CVD se deben emplear gases extremadamente peligrosos para la salud de las personas y el proceso produce residuos tóxicos que en caso de no ser adecuadamente tratados suponen un peligro medio ambiental.