Aunque son muchas las características que se pueden controlar en un recubrimiento PVD, las siguientes son las más usuales e importantes:
Espesor. El valor idóneo de este parámetro depende una vez más de la aplicación a la que esté destinado el sustrato. En herramientas micro, la deposición de grandes capas puede suponer la pérdida de tolerancia en la operación, mientras que en estampación, interesa un elevado espesor de capa.
Adhesión. Un fallo de esta propiedad con probabilidad anulará el efecto positivo del recubrimiento. En general se aplican capas de adhesión y se efectúan tratamientos de las superficies para aumentar la garantía frente a este tipo de fallo.
Estabilidad térmica. En operaciones donde la generación de calor es grande, hay que asegurar la conservación de las propiedades del recubrimiento a altas temperaturas y evitar su degradación prematura.
Estabilidad química. Para procesos donde el material de la herramienta pueda interactuar con el material de trabajo es un factor a controlar, evitando así fenómenos de adhesión del material de trabajo a la herramienta. Aplicación frente al oxígeno, medios químicos, metales fundidos, etc.
Rugosidad. Estrechamente relacionada con el coeficiente de fricción y por tanto con el desgaste abrasivo. En herramienta de corte en general interesa que sea baja, mientras que en otros casos, es necesaria cierta rugosidad.
Aislamiento térmico. En general debe ser alto para evitar que el calor sea absorbido por el material sustrato, sobre todo el operaciones donde se trabaja a elevadas temperaturas.
Dureza. Íntimamente ligado al desgaste abrasivo pero en general también relacionado con la fragilidad. De nuevo se debe buscar el valor idóneo en cada operación.
Resistencia a la oxidación y corrosión. Importante para evitar el deterioro de la herramienta en ambientes agresivos o a altas temperaturas.
Tensiones residuales. Para evitar la fatiga superficial que sufre el recubrimiento en presencia de cargas discontinuas. Es interesante cierto nivel de tensiones compresivas, pero un valor excesivo puede limitar el espesor admisible.