La única condición para recubrir un sustrato, es que la temperatura del último tratamiento térmico sufrido por este, sea superior a la temperatura de proceso, que en ningún caso es superior a 500 ºC. Se recomienda relajación previa de tensiones, aunque en general las distorsiones son despreciables. Es factible recubrir la mayor parte de los aceros de herramientas, pero deben haber sido revenidos a por lo menos 500 ºC (preferiblemente a 550 ºC en tres revenidos). Se pueden recubrir todos los aceros rápidos, los aceros de trabajo en caliente y los pulvimetalurgicos, así como los de nitruración y los metales duros. La mayoria de aceros para moldes de plásticos son aptos, y todos aptos para el CrN, cuyo ciclo es a menor temperatura. Los aceros inoxidables, aunque algunos requieren procesos especiales, la mayoría pueden ser recubiertos a la temperatura tradicional. Por otra parte presentan problemas a la hora de ser recubiertos algunos aceros de cementación y de trabajo en frío.En caso de materiales que se salen de lo estándar, se aconseja preguntar antes de proceder al recubrimiento.
Otras consideraciones se deben tener en cuenta cuando se trata de herramientas de acero con placa soldada de metal duro. El material de soldadura debe tener un punto de fusión superior a los 600 ºC, y estar libre de Zn y Cd, por riesgo de contaminación severa de las zonas de trabajo. Lo mismo ocurre con las grietas, que además de ser indeseables por razones mecánicas, suponen zonas de acumulación de contaminantes y por tanto actúan en detrimento de la adhesión. Además, es aconsejable un proceso de relajación de tensiones antes de recubrir.